La Cancha: Alianza Atlético 2 – Sporting Cristal 1

Como siempre, por partes.

1. ¿El árbitro nos perjudicó? Si. Tremendamente. Pero no en la expulsión sino cuando anuló el gol del primer tiempo por posición adelantada. Advíncula, que recibió en el costado, estaba habilitado y Escalada, que empujó el balón, estaba detrás de la línea del balón cuando salió el pase. Esa jugada pudo cambiar todo el partido por que una cosa es irse 1 a 0 arriba en el primer tiempo y otra cosa irse empatados a cero.

Esto ya tiene un matiz curioso. Van dos partidos que nos enfrentamos a árbitros que, a ojos vista, nos inclina la cancha y aprovecha para equivocarse una u otra vez en nuestra contra. Lo de Caballero ayer no sólo fue el gol sino también el diferente criterio al sancionar faltas y poner amarillas.

Tal vez, pienso ahora, no fue buena idea hacer tanto escándalo por un arbitraje mediocre como el que tuvimos en la primera fecha. Ahora cada partido se siente como que los árbitros están en nuestra contra y, claro, si seguimos pataleando ya nadie nos va a hacer caso. La “cortina de humo” nos está saliendo cara.

2. Pero, no te dejes mentir, amigo cervecero. Algo me dice que durante la semana en La Florida se intentará que hablemos más de Caballero que del equipo. Precisamente para evitar eso es que preferí hablar del árbitro antes para, libres de esa carga, poder hablar del equipo.

Y es que el equipo no funcionó pues. Si tienes la sensación de que Cristal regaló el partido, estas en lo cierto creo yo. Es un partido ante el colero y no podíamos perderlo. Menos aún regalarlo de la forma cómo lo hicimos. Además, es algo que solemos  hacer con cierta frecuencia en los últimos años: todos le ganan a un equipo, menos Cristal que le da siempre un respiro. El año pasado lo hicimos con Gálvez en la primera mitad y con el Total Chalaco en la segunda mitad. ¿recuerdas? Al colero, ese equipo no ha ganado en tres fechas, viene Cristal y le da una alegría. Vergonzozo.

Y acá voy a señalar unos errores puntuales que creo que son los que nos costaron el partido:

1. Rivarola está mostrando una tendencia a lanzar a muchachos al ruedo cuando las cosas están picantes. Torrejón en el partido con Melgar, Tarek en el partido con Alianza y Granda en este de acá. A veces les responden y otras no. Lo de Torrejón fue un ejemplo, el muchacho entró nervioso y luego de eso sólo ha visto la reserva. Lo de Cruz Cheng es el otro lado. El delantero aprovechó su segunda oportunidad ante Boys y eso le está valiendo rotar en cada partido.

Pero el ingreso de Granda no fue bueno desde el momento mismo de la decisión. No fue bueno porque, al igual que el ingreso de Carranza en el partido contra Alianza, fue un cambio que terminó de destrozar tu mediocampo. El segundo tiempo, entonces, Cristal jugó sin medicampo. Lobatón intentaba crear fútbol y Granda no hizo nada. No había quien quite, quien muerda, quien fastidie, quien presione. Entonces cada ataque de Sullana, llegaba rápido y con total tranquilidad a nuestra defensa.

El loquito Casas, que es el único que muestra cierta respuesta en el mediocampo, no tiene reemplazo en esa función. Su salida no fue buena por que dejó a un Cristal más vulnerable de lo que usualmente es.

2. Y acá viene la preocupación seria. Sullana es un equipo débil. Pero ha demostrado en la práctica algo que ya veníamos intuyendo: que una delantera con hombres rapiditos nos hace añicos. Yo creo que tanto Espínola como Vílchez jugaron bien en lo suyo. Incluso Lojas que anotó el gol. Si Sullana llegó 15 veces, por lo menos 10 de esas fueron bien conjurados por los centrales.

Pero son lentos pues. Eso lo tratan de sacar con ubicacíon y conocimiento del puesto – especialmente el paraguayo – pero en la corredera, no alcanzan pues.

Y con tres negritos correlones nos tienen tomados. El africano Debrah, Kan y luego Rey cuando entraron se encontraron siempre de cara al arco  – por eso de que no teníamos mediocampo – y sabían que con un par de toques podían estar cara a cara con Erick que es arquero de selección pero no es San Martín de Porres, pues.

Bastó que uno se canse o se desentienda o se distraiga para que nos vacunen. Y se distrajo Rivera – a quien le chocó demasiado la cancha sintética y el calor piurano – que no tomó su marca (Rey) en el último minuto y nos ganaron un partido en el que debíamos golear.

3. El Chino Ximénez tiene el arco cerradísimo. Ayer tuvo un par de opciones claras que falló. Se apuró en el remate y encontró un arquero local en una buena tarde. Pero no te confundas, el problema no es sólo Ximénez. Ayer también fallaron en el mano a mano (ojo con esto, en el mano a mano) Cruz Cheng, Escalada y Yotúm. Osea: todos.

Pero más allá de eso lo que me sigue llamando la atención es una falencia preocupante: Han sido varias las veces que he visto a Yotúm llegar por la punta y, en vez de un centro preciso, mandar un pelotazo a cualquier lado. ¿Qué tiene que pasar para que un jugador profesional con la habilidad de Yosimar no pueda mandar un buen centro? ¿Es eso aceptable? Claro, no vamos a pedir que centre como Roberto Carlos pero cada vez que veo un pelotazo como ese recuerdo lo bien que centraba el Coyote Rivera. Algunas se iban afuera pero tanto Maestri como Lente como Bonnet le debieron muchos goles al buen Coyote. ¿Por qué estos muchachos no pueden?

Que no nos mientan, amigo cervecero. La definición también se trabaja. Uno no llegará a ser Romario pero puede aprender a mantener la tranquilidad, levantar la cabeza (algo que Cruz Cheng no hace), ver al arquero y ponérsela lejos (algo que el Chino sabía hacer y ya no hace).

4. Rivarola con dos partidos aceptables se ha desubicado un poco. Parece que tras ganarle a Boys y dejando que Alianza nos empate se ha olvidado que, en el fondo, el equipo que tiene no es un equipo que pueda salir a avasallar a todos por el peso mismo de sus jugadores. Cristal es un equipo corto y que tiene que ganarse las cosas desde abajo, trabajando a pulso limpio cada punto que saque. Este equipo no está para luchar el título, estamos para no descender y para ver si luchamos alguna clasificación. Esa es la premisa y en base a esos debes pararte. La realidad demuestra que ya no somos un equipo que ganamos así juguemos mal porque somos superiores. Sullana nos ha demostrado que no somos superiores y que si no jugamos como si perdieramos la vida en cada partido, no vamos a sumar ningún punto.

Entonces, cuando Rivarola cree que tiene un equipo que va a ganar por el peso de su camiseta o por su nombre y destruye su mediocampo de contención y manda dos delanteros de estilos similares con la intención de ir para adelante, en el momento en que se olvida que su equipo no está para esos trajines, en ese momento se juega nuestra suerte para mal.

Hay que bajar las revoluciones. Al inicio del campeonato era previsible que cada partido nos iba a costar por que, gracias a lo que se ha hecho en los últimos cinco años (estas ahí, Juan Carlos), Cristal es el rival débil. Nosotros somos el equipo que tiene más chances de perder. Jugando en el San Martín debemos luchar para ganar por que ya no somos favoritos naturales y, jugando de locales, somos a los que todo el mundo puede ganar. Si no lo crees, Tiburón, acuerdate de mi cuando la realidad nos agarre a cachetadas.

Asi que, humilidad y trabajo. Ese es el mensaje de este golpe. Los números lo confirman: de 12 puntos sólo tenemos 4, ya nos estamos quedando en la media tabla y ese va a ser el panorama de este campeonato. El próximo rival es Unión Comercio en el San Martín y, si te crees favorito, no te confíes. No eres favorito. Vamos a tener que luchar muchísimo para ganarle a ese equipo. Sería lamentable que te confíes y los recien ascendidos nos regalen otra cachetada.

Por el contrario, plantea el partido con seriedad y haz trabajar al equipo. Discplina y esfuerzo como en El Callao. Sólo así podemos pensar en ganar.

5. Un último tema: los expulsados. 4 en 4 partidos y los 4 con roja directa por agresción. Las últimas dos en momentos que claramente nos terminaron costando el partido. Algo está pasando.

Primero un tema: que no te mientan. No hemos perdido el partido porque botaron a Granda de la misma manera que no lo hubiéramos ganado sólo porque Granda hubiera seguido en la cancha. Hemos perdido el partido porque lo hemos planteado y lo hemos jugado mal. Pero, igual, esto no es algo que puede ser tolerable.

Durante la semana se ha hablado mucho de la expulsión. Incluso vino Oblitas a putear al equipo por estas actitudes. Y lo primero que hace este muchacho es meter un codazo en una jugada instrascendente e irse expulsado. Es cierto que es joven y es de la casa pero actuó como un completo idiota. Osea, si te dicen que no hagas algo, si te cuentan, te hablan, te recomiendan, y lo terminas haciendo …. eres un idiota. Y esa actitud idiota fue la que nos costó el partido.

Yo no entierro al muchacho pero creo que su caso, tras todo lo que se habló, es peor que lo de Yotúm, Quina o Chávarri. En este partido se sabía que no había que codear y que no había que buscarse la roja. Y él lo hizo. No me pidas que lo elogie.

Esto me demuestra un tema: aquel que ha hablado, que ha dicho, que ha explicado, que ha recomendado o que, incluso, ha puteado por este tema de las expulsiones está pintado. Simplemente no le han hecho caso. Acá hay que tomar las cosas de frente. Hay expulsiones que van a ser necesarias. Hay momentos en los que un golpe puede ser entendible pero … ¿esto? La institución tiene que tomar cartas en seriedad. Yo creo que a Granda no se le puede pasar este tema y debería pasar a reserva un buen tiempo. Si no ha logrado entender lo que se le habló … pues entonces regresemos a psicología primitiva para que entienda que no puede hacer cosas como esas que perjudican el partido. Eso y una buena multa. Y si aún así … ni modo.

Y es que indigna. Indigna por que el equipo esta jugando con lo poco que tiene. Porque nos jugamos el nombre y el prestigio en cada jugada. Porque hay gente que se comido un viaje de 18 horas para alentarte y lo primero que este muchacho hace es hacerse expulsar. Eso es una falta de respeto a sus compañeros, a su técnico, a su equipo, a la institución y a la hinchada. Y no se puede permitir.

Ya suficiente respeto se le ha faltado a la institución y a la hinchada con los resultados de los últimos seis años. Los mismos que llevábamos sin perder ante este equipo que esta luchando la baja por tercer año consecutivo.

Gracias, Juan Carlos.

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