La novela del San Martín.

Se veía venir, ¿verdad?

Aunque, debo confesar, a mi me terminó sorprendiendo un poco. Me imaginaba que la movida de Woodman no iba a ser tan deslucida como ceder el Estadio a la Municipalidad de San Martín de Porres. Es más, hasta por ratos me da la impresión de que – al no haberse podido hacer lo que se quería hacer – se entregó el estadio a la municipalidad sólo por las puras ganas de joder. Osea, podía renovar el convenio pero prefirió dárselo a la municipalidad lo que, siendo sinceros, era como si quisiera de una vez que el San Martín se caiga al río.

Y es que a mi nadie me saca de la cabeza que, cuando hace ya año y medio, Woodman y su jefe Chang querían que ese estadio albergue no a Sporting Cristal sino al equipito ese que cree que un campeonato lo hace grande (Si las cosas fueran así de simples, ¡qué grande sería el Huaral!). Pero claro, hubo mucho ruido y la cosa no se pudo hacer tan pacífica. Cuando yo hablé de esto hace varios meses, no faltó quien me reprochó el que yo creyera que un gobierno en salida podría tomar decisiones de ese tipo. Como si no fuera posible dejar un convenio ya firmado o un contrato ya suscrito.

Estadio San Martín de Porres

Estadio San Martín de Porres

Ahora, como la cereza del postre, aparece otro argumento que reviste tanta o más lógica y que, lejos de contradecir el primero, aparece como complementario. Este año se inaugura el Nacional y, tal parece, va a estar de puta madre (las cosas por su nombre). Pero … tras dos años sin él, la realidad ha continuado y el fútbol peruano se ha dado cuenta de que no precisa tanto de él como lo hacía hace veinte o diez años. Tenemos entonces un estadiazo para que juegue la Selección, para la final de la Copa del Inca (si es que llega a darse) y … nada más.

Me imagino, inclusive, que el alquiler de este remozado estadio va a superar largamente el monto del alquiler del mismo estadio antes de la ampliación. Osea, va a estar bien carito. Y la plata no abunda.

¿Que mejor, entonces, que forzar a un equipo grande a tener que alquilar cada semana ese estadiazo? Ni Alianza ni la U van a salir de sus estadios (a no ser que se los embarguen y los rematen) y tampoco tienen pero ni para el té. La San Martín puede jugar hasta en el Estadio de Miraflores. Así que el único que podía apoyar en ese sentido … somos nosotros.

Entonces, se quiere dar el estadio a la municipalidad. Freddy Ternero no supo que decir por que ni se la esperaba, estoy seguro.

Ahora, algunas preguntas.

¿Que el Estadio vaya ala Municipalidad San Martín de Porres nos perjudica?

Nos perjudica sí pero no tanto como quisieran. Hasta donde yo sé, la municipalidad recibiría este recinto en calidad de “administración” y con algunos objetivos (fomentar y difundir en forma permanente la masificación de la disciplina deportiva del fútbol dice el anciano Woodman). Esta resolución aún no ha sido redactada por eso no se conocen detalles pero, en teoría, nada obstaría a que Sporting Cristal suscriba un acuerdo de cooperación – o algo parecido – con esta municipalidad. Esto le permitiría quedarse en el Estadio y utilizarlo en sus partidos.

Pero, claro, una cosa es que tú seas el administrador y otra que lo sea la municipalidad. ¿Que quiere decir eso? Que eventualmente la municipalidad va a tener que utilizar esa instalación. Entonces, de no coordinar nunca, vamos a pasar a tener que coordinar constantemente. Además, me parece, si el convenio con el IPD se da por un determinado motivo, existe la posibilidad de que este sea revertido si es que no se cumple ese motivo. Léase: si el IPD algún día siente que la municipalidad no está fomentando y difundiendo en forma permanente la masificación del fútbol, pues podría (dependiendo de las cláusulas del convenio) revertir el estadio a su poder y todo acuerdo que nosotros hayamos firmado con la municipalidad queda en el aire.

Osea, de que existen métodos para quedarse, existen. Pero, claro, perdemos comodidad y si el IPD o la Municipalidad tuvieran ganas de jorobar, podrían hacerlo.

¿Es posible conversar con la Municipalidad de San Martín de Porres?

Yo no estoy tan al día en las relaciones con la municipalidad pero, hasta donde sé, Sporting Cristal ha tenido una administración correcta de este terreno. No hay problemas de deudas tributarias, no hay problemas de multas, se ha colaborado extensamente en seguridad durante los partidos e incluso se ha colaborado con la misma municipalidad mediante la instalación de canchas sintéticas. En términos generales, no hay motivo para que San Martín de Porres no nos quiera. Es más, lo lógico sería que nos quiera más.

Ahora, de Ternero no sé si nos quiere o no. Pero hay actitudes que dicen mucho. ¿Cuáles? Pues para mi fue un gestazo cuando el año pasado decidió prestarnos el local de maestranza que está atrás de la tribuna oriente para poder recibir a las barras de los compadres cuando los trajimos al San Martín. Esas grandes experiencias no habrían sido posibles si la municipalidad no habría colaborado como lo hizo. Nos apoyó bastante.

Y podía no haberlo hecho y nadie le hubiera reclamado nada. Podría decir – como antes decían los alcaldes de La Molina y de Ate respecto de ese estadio tan pero tan grande que no se llena nunca – que no había seguridad y todos le hubieran aplaudido. Germán Leguía y el presidentito de Alianza en primer lugar.

Pero no lo dijo y nos apoyó. No sería descabellado que nos apoye una vez más.

¿Es posible revertir esta situación?

Yo creo que sí, totalmente. La resolución no se ha firmado aún y lo que se ha hecho público ha sido la decisión que aparentemente tomó el anciano Woodman. Lo que me gustó –  y mucho – fue la reacción rápida del Presidente. Ayer salió en conferencia y dejó sentada bien clara la posición de Cristal: “ese estadio sólo puede seguir siendo viable con la inversión privada” y recordó que Cristal ha invertido mucha plata en este recinto que antes era una ruina total.

Hacemos un alto para reparar en un tema. El país llama la inversión privada en tantos temas y todos estamos convencidos que la inversión es beneficiosa para todos. En este caso, la inversión de Cristal en este estadio no sólo ha generado algunos ingresos al Estado sino que puso en valor un inmueble que antes no valía nada. Pero precisamente sólo en éste tema el Estado desconoce la inversión privada y decide que la mejor forma de administrar este bien se da a través del mismo Estado y una entidad pública que ya tiene demasiados problemas para solucionar todos sus demás responsabilidades. Eso no tiene ni pies ni cabeza y es tan contradictorio que sirve para mostrar que el único motivo son … las ganas de joder.

Pero en fin. Mientras la resolución no se firme, Cristal puede patalear. Y parece que lo va a hacer. A mi no se me escapa un detalle y es que, tal como se dijo cuando Cantuarias asumió la presidencia del club, Backus va a prestar más apoyo e interés. Y si esto va en el sentido en que es previsible que vaya todo, Backus – en tanto principal patrocinadora del IPD y del Estado mismo – tiene una gran capacidad de presión para sus negociaciones. Si esta influencia se utiliza de forma concreta, el resultado puede ser apropiado. Es por eso que se habla de mover los temas no sólo ante el Ministro o el Presidente sino también ante el Congreso de la República.

Gracias a Woodman, esto va a resolverse a un nivel más político. Yo estaría optimista.

¿Comprar el San Martín?

Cantuarias lo deslizó. Yo busqué en la Superintendencia de Bienes Nacionales y no encontré ese inmueble lo que me hace pensar que, en teoría, el estadio no está en venta. Además, sin entrar a discusiones sobre la capacidad real de Cristal de comprarlo, lo cierto es que la venta de un bien de esa magnitud no se hace de forma simple. Es necesario seguir un procedimiento porque, a fin de cuentas, de lo que estamos hablando es de “privatizar” un bien estatal. Se me ocurren estudios de conveniencia y demás cosas. Complicado.

Y de ahí viene la valorización de este inmueble sin perder de vista el hecho que ya mencioné antes y es que, ante el debilitamiento del cauce del río Rímac y las fuertes lluvias de los últimos años, aún no se sabe si este estadio se mantendrá en su sitio mucho tiempo más. Quizá de acá un tiempo vamos a tener que reforzar la ribera o … nos vamos todos al río.

¿Construir un estadio?

Eso, hoy por hoy, no es una opción. No lo dicen de formar directa pero si lo dijeron en voz baja.  No hay cómo ni con qué. Y aunque el Extremo lo grite de hoy hasta diciembre, lo cierto es que ni Cristal ni Backus ven esa posibilidad como una posibilidad seria. Yo ya escribí en extenso sobre eso y, ahora que releo ese post, me ratifico en mis apreciaciones. Soñar con un estadio propio es mas sueño que nunca. Más fácil nos resultaría comprar el San Martín.

En fin. Este tema aún tiene para largo.

¿Podemos hacer algo?

Claro que podemos hacer algo. Podemos llenar el San Martín este sábado y decirle a Woodman y a Chang que el único motivo por el que el San Martín es hoy un sitio apreciable es por que recibe, semana a semana, a Sporting Cristal y su gente. Que ese estadio es bonito por que es nuestro y que sin nosotros, perdería todo.

Así que … domingo a las 3:30 pm.

Ahí estaremos.

Deja un comentario