En partidos como este uno no sabe si alabar el temple del equipo que terminó un partido poniendo contra las cuerdas al equipo local o lamentar la derrota que nos sacó del momentáneo primer lugar y nos envió al quinto, a dos puntos de los punteros.
El Cusco es una plaza donde Sporting Cristal usualmente no festeja muy seguido. Nuestras victorias en la cancha del Garcilazo son, más bien, recuerdos esporádicos y que conservamos mucho tiempo en la memoria producto del gran esfuerzo que significaron. Entonces, a pesar de que el equipo mostró en la cancha que es uno de los mejores equipos de este campeonato, sino el mejor, la espectativa de una victoria en Cusco era más una linda esperanza que una certeza.
Sin embargo, Cristal salió dejando de lado la camiseta amarilla que utiliza para los partidos en visita y se paró bien. Un primer tiempo en el que se aguantó bien los embates del local y en el que, la más de las veces, se cortó eficientemente sus ataques mostró que Sporting Cristal tenía toda la intención de sacar la mayor recompensa posible del Cusco. Cienciano dominó, es cierto, pero no tuvo tranquilidad ya que tuvo que atacar desesperadamente ante la buena defensa celeste y esa desesperación abrió campos atrás que poco a poco se fueron explotando. Cienciano dominó pero era la celeste la que estaba mejor parada en la cancha.
El complemento, sin embargo, fue distinto y ello no benefició a los cerveceros. Un primer análisis de los goles (penal por mano de Villalta y autogol del mismo Villalta) tal vez nos haría cometer el error de cargar en contra del correcto Miguel. Es cierto que fueron sus errores pero así como Ximénez sólo no gana los partidos, tampoco es Villalta quien perdió este. Tanto la mano como el autogol llegarón tras sendos centros del local que fueron lanzados con total comodidad desde el lado izquierdo de la defensa. La zona que debía cubrir Hernández no fue eficientemente defendida durante todo el partido y Cienciano volcó su ataque por ese sector. Dos de esos desbordes causaron los goles imperiales.
¿Luego de eso? Un vendaval celeste. Cristal cargó toda la artillería en pos del arco cusqueño, mostró un buen físico a pesar de la altura y corrió más que el local que tuvo que replegarse poco a poco mientras Cristal desperdició varias ocaciones de gol. Con toda tranquilidad pudimos llevarnos el partido si entraban las claras ocaciones de gol que creamos pero … el arco estuvo de espaldas. No obstante, tuvimos argumentos para llevar más emoción al partido gracias al penal anotado por Ximénez luego de que se cobrara una mano en el área tras pase de un enchufado Sheput que, a pesar que le pone ganas, acusa una impresición agobiante.
Cristal se llevó los tres puntos, aunque pudo hacerlo tranquilamente ya que mostró un buen juego y confirmó lo que ya llevamos semanas viendo: que el equipo se ha consolidado. Es este aroma a equipo consolidado – que no lo tienen otros cuadros del campeonato – lo que nos hace ilusionarnos y nos hacer en la celeste el mejor rendimiento del torneo. El próximo fin de semana, en el San Martín y con nuestra gente, frente a Sport Ancash se podrá demostrar eso una vez más.
Alineaciones:
Cienciano: Cisneros, Solís, Guizasola, Guevara, Bazalar, Quintanilla, Gómez (Romaña 59′), Uribe (Olcese 57′), Alva, Montes y Chiroque.
DT: Julio César Uribe.
Goles: Uribe (51′ p) y autogol de Villalta (55′)
Amarilla: Guevara (19′)
Sporting Cristal: Carvallo, Prado, Villalta, Ramos, Hernández, Lobatón, Razzotti, Palacios, Sánchez (Cominges 60′), Ximénez y Murillo (Sheput 65′).
DT: Juan Carlos Oblitas.
Gol: Ximénez (83′ p)
Amarillas: Villalta (13′).
Árbitro: Víctor Hugo Rivera.
Estadio Garcilazo de la Vega del Cusco.