Sporting Cristal venció 3-0 a Ayacucho FC con un gol del reaparecido Ian Wisdom y dos de Felipe Vizeu. Todos los goles en el primer tiempo. Ahora, no nos debe engañar este marcador: fue un partido pobre, aburrido y sin enseñanza. Incluso lo que se vio en el segundo tiempo fue de lo más bajo e intrascendente del año. Parecía que la orden era no jugar, dejar pasar los minutos y administrar la ventaja. Si hubieran avisado por altoparlantes al hincha que ocupó su tarde de lunes en ir a alentar a este equipo que podía irse a su casa, no se perdía nada.
Lo que fastidia no es tanto el rival —un Ayacucho limitadísimo, de nivel casi amateur— sino el hecho de que ayer Cristal volvió a intentar una fórmula absurda que le permitió marcarle a esta visita que marcó mal, dejó espacios por todos lados, no exigió nada. Contra equipos apenas más serios, que marquen mejor o que presionen un poco, equipos como UTC, Alianza Atlético o Juan Pablo II, ya vimos que con este juego Cristal se atasca y pierde puntos. Ayer se ganó porque el rival no existió, pero eso no construyó nada. El equipo no mostró asociaciones, no mejoró funcionamiento, no dejó la sensación de estar consolidando algo. Se limitó a cumplir el trámite.
Y en ese panorama, ni siquiera se aprovechó este encuentro para mejorar funcionamiento. Es evidente para quien tiene un ojo sano que Sporting Cristal ha venido jugando mal. En ese contexto, Paulo Autuori tuvo un partido ideal para probar, ordenar y dar confianza, pero se eligió no aprovechar la oportunidad. Cristal, que aún tiene tanto que mejorar, jugó como si ya todo estuviera hecho y sólo quedaría no interrumpir el descanso de los jugadores.
Claro, si queremos ver el vaso medio lleno, podríamos decir que es positivo que a Vizeu se le abriera el arco (aunque meterle gol a este Ayacucho no garantiza que se haga contra rivales de algo más de nivel). Ian Wisdom volvió a sumar minutos y a destacar como dándole la razón a todos aquellos que calificamos de irrazonable su ausencia en este momento. Y también que la dupla de centrales, sume minutos juntos para ver si algunos automatismos quedan.
El 3-0 servirá en la tabla —si es que finalmente no anulan los partidos de Ayacucho como ya pasó con Deportivo Binacional— pero en lo deportivo no suma. En el clausura quedan aún siete partidos, empezando con la visita a ADT en Tarma, una plaza siempre complicada, y luego rivales duros como Deportivo Garcilaso en el Cusco o Universitario. Cristal ya no tiene margen de error. Lo que se perdió ante UTC, Sullana y Juan Pablo pesa, y mucho. Si queremos seguir pensando en playoffs o en el Clausura, no basta con ganar: hay que volver a jugar al fútbol porque esa es la única forma en que los resultados se hagan sostenibles.
Claro, si es que eso está en la cabeza de Autuori que, hoy por hoy, no sabemos en qué está pensando.